ADOLESCENTES
La adolescencia. Puede ser un periodo excitante: los amigos se vuelven la joya más preciada, se empieza a conocer el mundo por cuenta propia, se descubre el amor o el sexo y se experimenta un vaivén de emociones y cambios. Pero también puede ser una época estresante y de mucho sufrimiento para el adolescente y sobre todo para la familia.
Llegan los problemas. Los cortocircuitos en la comunicación, las actitudes desafiantes, las interminables peleas (por horarios, tecnologías, estudios...) o las preocupaciones sobre dónde y con quién estará o si vamos por el buen camino. Los cambios de humor son impredecibles, los castigos dejan de funcionar o los tiempos agradables compartidos escasean.
Objetivo final. De la adaptación que la familia y el adolescente hagan a los desafíos de la adolescencia, dependerá que éste se convierta en un adulto emocionalmente sano, con recursos propios e identidad sólida, listo para desenvolverse en el mundo.
Quién. En la mayoría de los casos, es parte esencial la colaboración y participación activa con la familia para promover cambios en las áreas problemáticas.
Algunas de las más habituales en esta etapa son:
Problemas de comportamiento
Autoestima baja
Altibajos emocionales
Miedos, fobias
Ansiedad, ataques de pánico
Manías u obsesiones
Bajo rendimiento académico